CÁNCER DE PRÓSTATA:

Tratamiento inicial contra el cáncer de próstata según la etapa y el grupo de riesgo:

La etapa del cáncer es uno de los factores más importantes para seleccionar la mejor manera de tratar el cáncer de próstata.


La etapa del cáncer de próstata se determina según la extensión del cáncer. Para los cánceres de próstata que no se han propagado (etapas I a III), los médicos también usan grupos de riesgo (según cuán lejos ha crecido el tumor de próstata, el nivel de PSA, el grado del grupo y los resultados de la biopsia de próstata) para ayudar a determinar las opciones de tratamiento. Los grupos de riesgo varían desde muy bajo riesgo a muy alto riesgo.


Los cánceres pertenecientes a los grupos de menor riesgo son menos propensos a propagarse en comparación con los pertenecientes a los grupos de mayor riesgo.


Otros factores, tales como su edad, el estado general de salud, la expectativa de vida, y las preferencias personales, también entran en consideración al determinar las opciones de tratamiento. Esto aplica particularmente para los casos de cáncer etapa inicial, para los cuales se podría disponer de varias opciones.


Sería recomendable consultar con el médico acerca de los factores de riesgo a considerar al momento de contemplar las opciones de tratamiento. También existe cierta variabilidad en lo que los diferentes médicos consideran opciones “estándar”, por lo que algunos médicos podrían recomendar opciones diferentes a las que se enumeran aquí.


La participación en un estudio clínico de tratamientos más nuevos también es una opción para muchos hombres con cáncer de próstata.


Es muy poco probable que estos cánceres de próstata crezcan y se propaguen, incluso si no se tratan. Para los hombres cuyos cánceres están en este grupo, la vigilancia activa es lo que generalmente se recomienda (para los hombres que tienen problemas médicos que podrían acortar su esperanza de vida, la observación, que es una forma de monitoreo menos intensa, también podría ser una opción). Esto se debe a que es poco probable que estos tumores causen algún daño, mientras que tratamientos como la radiación y la cirugía pueden tener efectos secundarios que pueden afectar la calidad de vida de un hombre. Si en algún momento el cáncer comienza a mostrar signos de crecimiento, se pueden considerar tratamientos como cirugía o radiación.


Para los hombres que no se sienten cómodos con solo monitorear el cáncer y eligen comenzar el tratamiento de inmediato, radioterapia (radioterapia externa o braquiterapia) o cirugía (prostatectomía radical) pueden ser opciones.


Para algunos hombres que prefieran someterse al tratamiento contra el cáncer, otra opción podría consistir de la terapia focal, como la crioterapia o la ecografía focalizada de alta intensidad (HIFU, siglas en inglés). Sin embargo, la mayoría de los grupos de expertos no los recomiendan como primer tratamiento, a menos que la cirugía y la radiación no sean buenas opciones. Esto se debe principalmente a que aún no hay suficientes datos a largo plazo que demuestren si estos tratamientos son tan efectivos como la cirugía o la radiación.


Si se realiza una cirugía durante la cual se descubren otras características del cáncer, el médico podría recomendar la radioterapia de rayo externo hacia el piso prostático (la región sobre la cual se ubica la glándula prostática antes de que sea extirpada), posiblemente junto con terapia hormonal.